“Actualmente entreno al CD Lumbreras, el equipo de mi pueblo. Y mi intención es seguir dirigiendo. El fútbol es mi pasión”
Por @Gonza_Rossi
En forma muy exclusiva, el ex defensor español José Carlos Olivares Vilches, se hizo un tiempo para charlar con nosotros. Sobre sus inicios en el futbol, contó: “Comencé en la calle, en cualquier placeta, parque o patio de colegio donde hubiese el suficiente espacio. Nunca tuve otra cosa en la cabeza que no fuera jugar a fútbol. Recuerdo que todas las tardes, desde muy pequeño, nos quedábamos a jugar en el colegio con los niños de diferentes edades, muchos de los cuales siguen siendo mis amigos”.
También, dijo: “De niño, admiraba, por encima de todos, a mi padre, Pedro Olivares, quien fue un gran defensa en Murcia, y que además es una persona ejemplar. Pero también, me tocó vivir y crecer con la Quinta del Buitre, de los Butragueno, que era mi debilidad. Soy de esos críos que de pequeño le llamaban Buitre, y siempre me gustó”.
Por otro lado, jugó en Real Murcia. “En el Murcia tuve dos etapas. La primera, teniendo edad de Cadete, cuando me ficharon después de hacer un partido de prueba en la Condomina, al que fuimos 5 amigos del pueblo con los que ganamos todos los encuentros en la temporada con el C.D. Lumbreras. Me acuerdo que me fui a vivir a casa de mis tíos a Murcia con 15 años. Al año siguiente, la categoría juvenil se reestructuró y me devolvieron a casa. No fue agradable la verdad, pero son situaciones que te hacen más fuerte. Luego, después de estar un año en mi pueblo y otro en Lorca de juvenil, me volvió a fichar el Real Murcia para la División de Honor. De ahí pasé al filial y al primer equipo”, indicó.
A su vez, admitió: “Por ese entonces, el club Pimentonero estaba cogido con pinzas, con unas carencias tremenda, especialmente de instalaciones. Al final de mi primer año de filial, llegó el grupo de Santa Mónica, e hizo un cambio importante en la institución. En lo deportivo, en ese momento terminamos ascendiendo a 2A División después de muchos años, y pude disputar algunos partidos, de los que creo recordar que no perdimos ninguno”.
Por otra parte, con respecto al debut en el plantel superior, remarcó: “Mi primer partido en competición oficial fue en la Copa Federación, contra Las Palmas B, en la Condomina. Me enteré esa mañana por la prensa cuando iba a la universidad que iba a ser titular. Se me hizo eterno ese día, y el partido más aún. El entrenador de esa época era Carlos Simón con Benigno Sánchez”.
Luego, estuvo en Real Zaragoza. “Me fui al Zaragoza en la temporada 2000-01. Después de jugar en el Murcia, se rumoreaba que me querían algunos equipos. El conjunto blanquillo fue el primer equipo que se interesó en mí. No pude decir que no”, subrayó.
Después, anduvo en UD Almería. “La Almería fue el mejor tren que pasó por mi vida, futbolísticamente hablando. Por ese entonces, mi novia por entonces estaba embarazada, nos sentíamos muy solos en Zaragoza, y apareció la oportunidad de marcharnos al elenco albirrojo. Deportivamente, Almería estaba en zona de Play Off y buscaba un tercer central de garantía y un buen suplente. Casuco (Juan Martínez Martínez), DT del Almería, me llamó y me expuso el rol que iba a tener, y no lo pensé. Luego se dio la circunstancia que la semana que firmo, José Larrosa se rompe el codo en Zafra, por lo que se me abrió una oportunidad que aproveché. Jugué todo ese año, el del histórico ascenso en Pontevedra y el siguiente en 2A”, recordó.
Más tarde, pasó por CD Logroñés. “Al Logroñés me fui casi sin poder meditarlo. Había un cambio de propiedad en Almería, y Logroñés me escogió en una situación vulnerable. No estaba jugando, y desde el club me avisaron de la baja sin tiempo para reaccionar. Me fui a un cuadro histórico, que contaba con un proyecto que luego no fue tal. Lo pasamos muy mal; de lo que me prometieron nada se cumplió. Estuvimos 5 meses sin cobrar. Por suerte, a los 4 años pude cobrar esa deuda, pero se hizo eterno”, subrayó.
-¿Cómo fue la estadía en Águilas CF y Caravaca CF?
Águilas fue para mí una motivación para volver a ser futbolista. Estaba en 3A, y había decidido no salir de casa para jugar en 2A b tras la experiencia en que había tenido en Logroño. Estaba deprimido, ya que había rozado la Primera División un año antes, y por no dejar, empecé a jugar en 3A”.
Estando en la entidad albiazul, me encontré un buen equipo, bien gestionado, y poco a poco fui cogiendo la motivación que hace falta para competir. Asimismo, mi padre fue un jugador muy querido allí, y sentía mucha responsabilidad. Ahí, fuimos campeones de 3A y ascendimos a 2B, la segunda vez en la historia del club y me dirigió Pepe Soler. Al año siguiente, fui capitán y fuimos subcampeones de grupo en 2B. El mejor año de la historia de un club centenario. Me siento muy orgulloso de aquello. Teníamos un equipazo teníamos. Éramos 11 leones en el Rubial, jugara quien jugara, y parecía imposible perder allí. Al año siguiente quedamos en mitad de tabla con Anquela. Por otro lado, en Caravaca, conocí buena gente y un gran entrenador. Volvimos a ser campeones de 3A y ascendimos de nuevo. La temporada siguiente, fue la mejor del Caravaca en su historia. Competimos muy bien, y fuimos líderes hasta Navidad, por delante de todo un Granada que esa temporada ascendió a 2A. Recuerdo jugar en Los Cármenes con el campo a tope siendo el líder a batir, donde perdimos 1-0. Al final quedamos sextos, algo nada mal para un club debutante en la categoría.
Conjuntamente, expresó: “Entre Águilas y Caravaca, pase por el Lorca deportiva, en un equipo hecho para ascender a 2a división, pero no terminó de funcionar”.
A su vez, marcó: “Después, jugué dos temporadas en el Lorca, con el triste recuerdo del terremoto. Esa temporada estuvimos bien, aunque salvamos al final de manera agónica en Nueva Condomina. Posteriormente, no fuimos capaces de mantener la categoría y bajamos en promoción contra el Palencia. Y otra vez sufrimos problemas económicos. Terminé jugando media temporada en Águilas, pero tras el parón de Navidad decido dejar porque me resultaba muy difícil compaginarlo con el trabajo en mi clínica de fisioterapia”.
Por último, cerró diciendo: “He estado y sigo entrenando en fútbol base. También he trabajado, compaginado con mi profesión de Fisioterapeuta, como Scout para el Levante en el equipo de Vicente Blanco, alias “Tito". Además, fui Seleccionador Sub 16 de la Federación Murciana, y la temporada pasada entrené en 3A, en Huercal Overa. Actualmente entreno al CD Lumbreras, el equipo de mi pueblo. Y mi intención es seguir entrenando. El fútbol es mi pasión”.
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