Tano De Cesare:

“Temperley, desde que me inicié a la fecha, ha mutado mucho; se mejoró todo y las obras están a la vista”

Por @Gonza_Rossi

En forma muy exclusiva, el ex defensor Gabriel De Cesare, se hizo un tiempo para hablar con nosotros. En relación a sus comienzos en el fútbol, dijo: “Empecé jugando para el baby del club Luz y Fuerza. Después, me fui a probar a Lanús, teniendo doce años. En el Grana, estuve un tiempo”.

  También, remarcó: “De pequeño, admiraba al Loco Gatti”. Por otro lado, estuvo en Temperley. “Fui al Gasolero a través de un amigo, que estaba en la filial de este equipo en AFA. Me acuerdo que en el elenco celeste, me probó el Flaco Pezzano, y como ya tenía el puesto cubierto, dicho entrenador me dijo que estaba buscando un zaguero y si me animaba a ubicarme en la cueva. Y obviamente le dije que sí. De esta manera, empezó el amor por esta institución”.

  Además, remarcó: “Estando en Temperley, me encontré con un club con muchos problemas. Recuerdo que en esa época había pocas pelotas y otros materiales para trabajar. Los entrenamientos en el Fortín eran todo de tierra, como en el parque de Lomas. Pero eran otros tiempos, no importaba nada. Solo queríamos jugar”.

  Con respecto al debut en Primera, expresó: “Debuté en Primera en el año 89, de visitante, contra Central Córdoba de Rosario. Me acuerdo que entré en el segundo tiempo, a los 20 minutos, en un partido que perdíamos 0-2”. Posteriormente, pasó por San Telmo. “Cuando terminó el campeonato de 1994, Eduardo Lendoiro, me llamó para ir a San Telmo. Ahí entrené una semana con el equipo. Luego, hablé con los dirigentes del Candombero e hicieron el sacrificio económico para que me quede. La verdad estaba convencido de quedarme, pero después salió una oportunidad de marcharme al exterior y no me quede en el cuadro de Isla Maciel. Recién al año siguiente, cuando vine de afuera, me llamaron otra vez de San Telmo y arreglamos. Fue un paso hermoso con un ascenso histórico incluido”, subrayó. 

  A su vez, estuvo en Brown de Adrogué y San Martín (Burzaco). “Raimundo, quien en ese entonces era el técnico de Brown, me llamaba todos los años para que fuese a jugar al conjunto tricolor. Luego, el mencionado entrenador tomó compromisos que no cumplió, y decía que estaba lesionado y por eso querían hacerme el contrato. La verdad, me fue mal jugué allí. Jugué 5 o 6 partidos no porque andaba mal, sino porque hay gente que no tiene códigos. En cambio, en San Martín me fue bien; empezamos de menor a mayor y llegamos a la última fecha del semestre con posibilidades de campeonar. Teníamos un gran equipo”, admitió. 

  Más tarde, anduvo en Cañuelas y Sachispas. “En las dos instituciones me fue de diez. En los clubes conocí buena gente y realizamos buenas campañas”, indicó. A su vez, comentó: “Hoy en día, trabajo en una clínica de mantenimiento y tengo una familia hermosa. Y siempre despuntando el vicio de esta pasión como es el fútbol”.

   Asimismo, destacó: “Temperley, desde que me inicié a la fecha, ha mutado mucho; se mejoró todo y las obras están a la vista. Ojalá que allá unidad política y se postulen gente nueva. Los cambios son buenos. Lástima que Fede Crivelli se bajó y no pudo consensuar”. Por último, cerró diciendo: “ Le mando un abrazo a todo el pueblo Gasolero, que lo llevo en el corazón”.